lunes, 7 de febrero de 2011

David Brubeck, qué delicia.

Los que amamos la fusión del jazz con la bossanova no podemos olvidar a este caballero al piano con su inseparable Paul Desmond recorriendo los poros de nuestra piel hasta hacernos estremecer.
Música para un café, para una copa o simplemente para relajarnos. Viva el sibaritismo.



¿A que esta también les suena?

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